Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamin Franklin.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Stenhouse, más cerca de lo que pensamos.

Leyendo los principios de procedimiento de Stenhouse me he dado cuenta de que, aquellos profesores que me marcaron, aquellos que de verdad me enseñaron, los utilizaban.

Me he acordado de mi profesora de historia, de como consiguió que una clase entera, en la cual una gran parte "odiaba" la asignatura, acabara el curso sabiendo todo los sucesos históricos que van desde la Revolución Francesa hasta la Guerra fría. Y no lo consiguió a base de deberes o de examenes. No. Lo consiguió porque nos enseñó a pensar, a que buscáramos nosotros mismos las causas y las consecuencias de los hechos. Organizaba debates en clase, donde, por ejemplo, unos representaban las ideas conservadoras y otros las ideas ilustradas, y debíamos defender nuestras ideas y derechos. Para ello teníamos que conocer nuestro papel, leyendo, buscando información, planteando dudas y resolviéndolas. Puede parecer algo pesado, y, al principio, lo era, pero acabamos todos deseando que llegaran esos debates que se realizaban al final de cada tema, competíamos entre nosotros por ver quién tenía la mejor argumentación.

Otro profesor que utilizaba estos principios de procedimiento fue mi profesor de castellano, que, muy parecido a como hace Pennac con sus alumnos (me pregunto si se habrá leído el libro), nos "obligaba" a memorizar textos de ciertos libros. Pongo obligaba entre comillas porque, al principio, si, fue una obligación, pero poco a poco le fuimos cogiendo el gusto, y eramos nosotros mismos los que proponíamos ciertos párrafos que leíamos. No consistía sólo en memorizar el texto, sino en saber lo que decía, en como eran utilizados los recursos por el autor y cual era su objetivo. Han pasado ya más de tres años y todavía de vez en cuando mis compañeros y yo nos retamos a recordar cierto texto.

Muchos más profesores que tengo en mente se basaron en Stenhouse, y, casualidad o no, son justamente aquellos con los que más aprendí. Pero no hace falta que me vaya a mis tiempos del instituto para encontrar los principios de procedimiento, aquí, en la universidad, aunque sólo llevamos año y medio, ya podemos decir un par de nombres. Profesores que nos invitan a debatir, a buscar y a reflexionar sobre cierto tema.

Contestando a la pregunta que nos realiza Víctor en el blog, a mi me gustaría que en clase, concretamente, en mi clase del futuro, se diera lo que había en el aula de mis profesores. Que el alumno estuviera presente, física y mentalmente, activo, con ganas de aprender, de reflexionar sobre el tema a tratar, que buscara información y formulara preguntas e hipótesis, que encontrara la causa y la consecuencia de las cosas. Esto es lo que me gustaría, y, lo que creo que también es deseable que ocurra, ya que, en mi corta experiencia, creo que es la manera de que de verdad se aprenda, de conseguir que los alumnos mantengan lo dado en clase más de lo que dura un examen, que pase el tiempo y perdure.

Esto debe conseguirlo el profesor, poner todo su empeño en ello y no desistir, ya que, es muy probable que el alumno, al principio, no se lo ponga fácil, pero a largo plazo, lo agradecerá.

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